TRADICIÓN FAMILIAR
MÁS DE 90 AÑOS Y TRES GENERACIONES DE HISTORIA,
AVALAN UNA DEMOSTRADA PROFESIONALIDAD EN CONTINUA INNOVACIÓN Y CRECIMIENTO
A principios de los años 30, nuestro abuelo Gerardo Sobrón Martínez comenzó a incrementar la actividad de la matanza casera y curación de embutidos y jamones en los secaderos naturales que la familia poseía. Aprovechando el buen clima de Baños de Río Tobía, curaba de forma natural las ricas chacinas de familia Sobrón.
Llegados los meses de frío se comenzaba con la matanza de los lechones que a lo largo del año se habían criado y engordado. Aprovechando el invierno, se salaban los jamones y se elaboraban los embutidos para que durante los primeros meses de frío la carne se asentara y deshidratara lentamente y empezara a curarse. Con la llegada de los meses más cálidos, se iba controlando la temperatura de los secaderos, abriendo y cerrando las ventanas en función del clima y el aire diario. El lento proceso de curación duraba más de 18 meses y una vez los jamones se afinaban, procedían a su comercialización.